México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que trabaja más horas al año, sin embargo, eso no nos hace el país más productivo.
Ante los vicios como el 'presentismo laboral' y la falta de trabajo enfocado a objetivos, algunas empresas han probado con modelos distintos, como reducir la semana laboral de cinco a cuatro días.
Por ejemplo, Jason Fried, cofundador de la empresa tecnológica Basecamp, compartió con el New York Times su experiencia sobre el cambio laboral que implementaron en la compañía, el cual consistió en acortar la semana a cuatro días de mayo a octubre, y en lugar de laborar 40 horas semanales, sólo trabajan 32.
La mayoría del personal se toma los viernes, pero algunos escogen un día diferente. Casi todos disfrutamos de fines de semana de tres días. El trabajo termina el jueves, el fin de semana comienza el viernes y retomamos el trabajo el lunes", escribió Fried en el diario estadounidense.
Douglas Rushkoff aborda en su libro ‘Throwing Rocks at the Google Bus’ el caso de Utah, Estados Unidos, en el que los empleados públicos trabajaron las mismas 40 horas semanales pero en 4 días y la mayoría reportó un incremento en su productividad.
Las menores horas extra y la reducción en los costes de absentismo ahorraron al Estado cuatro millones de dólares y redujeron las emisiones de carbono en 400,000 toneladas métricas ese año”.
Yendo más lejos, el empresario Carlos Slim ha sugerido en más de una ocasión la conveniencia de adoptar una semana laboral de tres días.
Para Margarita Chico, Country Manager de Trabajando.com, el modelo podría ser posible en algunas industrias. Sin embargo, en México aún carece una cultura laboral enfocada a resultados.
Eso pareciera ser el mayor obstáculo pues “para que una semana de cuatro días sea funcional es necesaria una planeación estratégica de las empresas pero también el sentido de responsabilidad y compromiso de los empleados”, destaca la experta.
Aunque, de manera general, parece ser poco plausible, algunas empresas podrían probar el modelo para motivar a los trabajadores.
A veces no es posible dar un aumento considerable a un equipo de trabajo que entregan resultados positivos, por eso los empleadores pueden recurrir al ‘salario emocional’. Por ejemplo, otorgar la tarde libre del viernes si el trabajador cumple a tiempo, y esto va en línea con lo que más valoran los empleados: tiempo para pasar con su familia”, destaca Margarita Chico.
En este sentido, la semana de cuatro días puede ser una opción, la única condición requerida es que tanto la empresa como el trabajador tengan muy claros los objetivos.
Después de todo es cierto lo que opina el cofundador de Basecamp: “se hace un mejor trabajo en cuatro días que en cinco. Cuando tienes menos tiempo para trabajar, pierdes menos tiempo. (...) Tiendes a centrarte en lo importante”.
Con información de Excelsior